Los años de mayor crecimiento profesional de las mujeres frecuentemente coinciden con sus años más fértiles. Las mujeres que deciden ser mamás en esta etapa se ven obligadas a hacer sacrificios difíciles, ya sea en el ámbito profesional o en el familiar.

​

Con apoyo a la lactancia en el lugar de trabajo, la mamá puede tener una lactancia materna exitosa y trabajar al mismo tiempo, sin sacrificar una de las dos cosas.

Continuar con la lactancia materna tras regresar a trabajar, fortalece el vínculo de la madre con su bebé a pesar de la separación temporal y permite que la mamá siga ofreciendo la mejor alimentación a su bebé mientas se encuentra en la oficina. 

La lactancia materna tiene múltiples beneficios para la salud de la mamá que amamanta. Disminuye el riesgo de hemorragia y depresión postparto, reduce el riesgo de que la madre padezca cáncer de mama y ovario, osteoporosis y diabetes.

Además, ayuda a que regrese más rápido a su peso previo al embarazo.

​

La leche materna es organismo vivo que se modifica de acuerdo con las necesidades del bebé y durante la noche contiene melatonina. Esto permite que los ciclos del sueño de la mamá y el bebé se regulen y sincronicen, permitiendo un mejor descanso para ambos. 

Si cuenta con apoyo a la lactancia en el lugar de trabajo, la mamá se reincorpora más rápido a sus labores, se siente más motivada y es más productiva.